De acuerdo con expertos, esta es una terapia física y mental complementaria, tanto para niños como para adultos, en la cual su eje central es el caballo. Este animal es el elemento principal para ayudar a personas a mejorar su calidad de vida, a vencer miedos y mejorar su confianza y autoestima.

“Con la interacción con el animal los chicos van a mejorar patrones de comportamiento, eso se ve reflejado
en el manejo de la frustración y en el proceso de fortalecimiento de su personalidad y autonomía.
Este es el beneficio que más se va a notar en el proceso de los estudiantes”:
Fabián Posada Calderón, neurocoach gerencial e instructor de equitación.

Y es que el montar a caballo además de ser un deporte “es una actividad física en la que se libera el estrés y se puede adaptar todo un modelo educativo en el que la filosofía es conectar con el entorno natural y volver a lo básico de la vida, atrayendo así habilidades que permitan respetar el mundo que tenemos y enseñarle a los chicos que es indispensable cuidarlo”, asegura Tatiana Charry, rectora de Newport School.