Mariana todos los días tiene clases de arte, ciencia, robótica, inteligencia emocional, tenis, ajedrez, cocina, origami, etc, etc. Sí, Mariana aún no comprende cómo puede ayudarla tener tantas clases en diferentes áreas del conocimiento. ¿Realmente a eso lo podemos llamar educación integral?, ¡claro que no! Para ilustrar un poco a Mariana y a los lectores que nos acompañan, la educación integral, como su nombre bien lo dice, se encarga de integrar todas esas asignaturas como parte de un todo y no enseñarlas de forma aislada.
No sólo es instruir o transmitir unos conocimientos. La educación integral toma en cuenta dimensiones distintas, desde campos tan diferentes como el neurológico, el social, el cultural, el artístico, entre otros; su objetivo no es más que el estudiante aprenda a relacionar su entorno, se convierta en un ciudadano ético y fortalezca aquellas capacidades para desenvolverse en la sociedad. Además, prepara a los estudiantes en habilidades necesarias para sus próximas etapas de vida. Entre ellas se encuentran las siguientes habilidades:
- Habilidades académicas:
tiene que ver con todos los conocimientos teóricos y prácticos que ayudarán al alumno a desenvolverse en su vida escolar y posteriormente en el contexto laboral. Todo ello se formará dependiendo del nivel educativo en el que se encuentre, con las debidas herramientas y canales de comunicación. - Habilidades físicas: los deportes o espacios de recreación no sólo benefician a un desarrollo óptimo de la salud física, motora y corporal del estudiante, también les brinda las bases de la sana convivencia, superación y competitividad positiva. Además, enfoca la competitividad como un método para la propia superación que beneficiará su vida como adulto.
- Habilidades artísticas: el arte y la expresión son fundamentales para, desde edades tempranas, incentivar la sensibilidad, la creatividad y la imaginación. No solo aprenderá a comunicar mejor sus puntos de vista de forma crítica, sino que podrá proponer ideas innovadoras y transformadoras.
- Habilidades sociales: con esta habilidad su crecimiento integral constará de intercambio de opiniones y aceptar las posibles diferencias, identificar situaciones de discriminación y promover la inclusión. Se fomentarán relaciones de confianza, vínculos positivos, una comunicación asertiva basada en el diálogo y el consenso, aspectos que al final aseguran el desarrollo social de los alumnos.
- Habilidades emocionales: parte de un desarrollo integral es tener la capacidad de reconocer la relación entre el pensamiento y las emociones, cuáles son las causas y efectos en la toma de decisiones, y tener empatía por las emociones del otro.
Por esa razón, en Newport School, reconocemos la importancia de una formación integral que posibilite al estudiante conectar los diversos ámbitos de su contexto, crear vínculos sanos, tener un pensamiento crítico y un compromiso social. Buscamos contar con entornos adecuados que propicien su aprendizaje, encontrarse a sí mismo y descubrir sus propias habilidades. Desde salas de Artes visuales, de Arte y Movimiento, Música, Laboratorios, hasta STEM, ICT, CRAI, y canchas, son solo algunas de las aulas especializadas para que nuestros estudiantes pongan en práctica todas aquellas destrezas y habilidades.
Entonces, queda claro que con una educación integral se empoderan a las nuevas generaciones, se alimenta su creatividad, la empatía y la responsabilidad social. A medida que estos jóvenes crezcan y lleven consigo aquellos valores, estarán preparados para enfrentar los desafíos que el mundo les presente, así como transformar tales desafíos en oportunidades de crecimiento. Es decir que Mariana o cualquier niño y joven que haya elegido un colegio con este tipo de educación, no solo enriquece su vida, sino que tiene en sus manos la capacidad de forjar un impacto positivo y perdurable en la sociedad.